miércoles, 28 de noviembre de 2012

Algo de comodidad.

A los dos días aparece un joven con un burro cargado hasta los topes con tres grandes tiendas como las de los nómadas beduinos, y algunos achiperres de construcción.

"Hola, soy Bilal les agradezco enormemente la oportunidad que nos dan de iniciar nuestra vida juntos aquí, alejados de todas las miradas"

Al caer la noche todos sonrieron viendo sus nuevos aposentos... parecía que la civilización había entrado en el bosque.

"Ahora he de volver, sería sospechoso que desaparediéramos del arrabal Shafira y yo a la vez".


martes, 27 de noviembre de 2012

El zafiro perdido y el encuentro de buena esperanza.

Corre la media mañana cuando Basajaún percibe un intruso en el bosque, alguien se ha perdido y los animales y las plantas se ríen. Guillermo se acerca a ver que es lo que pasa y descubre a una joven musulmana con la cara compungida del que sabe que se ha perdido, que lleva un cilindro de cuero en la mano.

Al preguntarla responde "Mi nombre es Shafira. Me manda el Maestro Maslama, para entregarle este mensaje al Maestro Azhar".

Al ir a entregar el cilindro, se ve claramente que aunque intenta disimularlo se encuentra en un avanzado estado de embarazo.


lunes, 26 de noviembre de 2012

Oraindik ez baduzu baso anaia, ez zara ongi etorria

Hace una semana de la aciaga noche del solsticio de verano.

Mashal Azhar volvió al bosque tras ser perseguido durante un par de días por una horda de Mayirenses que le acusaban de haber invocado al demonio. Allí se encuentró con el cantabro al que Guillermo llama "el maldito", el cual le lleva a el claro donde se ha establecido y en el que ha creado su propio espacio mágico allí donde las fuerzas de la naturaleza le indicaron.

Por su parte, Pedro "el Matamarranos" por fin fue soltado del cepo de la plaza de San Salvador donde todas las noches recibía alimento, comida y atenciones de Guillermo el furtivo, que a su vez pasaba las noches recogido por el bueno de Isidro y su mujer María. Que si bien ya estaban entrados en años, no tenían hijos y agradecían la compañía de un buen mozo, en especial si les ayudaba con la huerta de la Vega.

Maltrecho y dolorido Pedro es llevado al monte por Isidro y Guillermo. Donde se encuentran con Mashal y el cántabro.

 Al entrar en el claro sorprenden 6 grandes bloques de piedra formando una especie de estrella junto con un roble milenario. Detrás de éste, y bordeada por un arroyo varias entradas a una cueva con aspecto de puerta y ventanas de aspecto salvaje y a la vez acogedor.


Sobre el primer árbol, una inscripción ininteligible para cualquiera con aspecto de conjuro de protección:


El lugar rezuma magia, respeto, vida, vegetación y armonía; como si una antigua deidad lo hubiera colocado allí antes de que el hombre lo pisara.